Ha trascendido una carta abierta envidad al Colegio de los Obispos de la Iglesia Católica escrita por un grupo de 19 sacerdotes y teólogos, acusando al Papa Francisco de “herejía”, la acusación más grave que puede recibir un clérigo.
En la carta los firmantes sostienen que el papa suavizó posturas que van contra los mandamientos de la Iglesia Católica en distintos temas. Ellos enfatizan que Francisco no se ha opuesto lo suficiente para defender el derecho a la vida, se pronunció distinto sobre las personas divorciadas y aceptó con liberalidad la elección de igualdad de matrimonio, hasta se ha acercado a protestantes y musulmanes.
Un nuevo signo del enfrentamiento entre católicos tradicionalistas o ultraconservadores, disgustados con las declaraciones del Papa.
La carta cuenta con 20 páginas, en las cuales explican que utilizaron “esta medida como un último recurso para responder a la acumulación de daños causados por las palabras y actos del papa Francisco a lo largo de varios años, dando apertura a una de las mayores crisis en la historia de la Iglesia Católica”, según sostienen.
Hacen mención a una conferencia de 2015 en el Vaticano, en la que Francisco intentó relajar las reglas que impiden divorciados y personas en un segundo matrimonio de recibir la Comunión,debido a que la iglesia considera el matrimonio indisoluble y el nuevo matrimonio, un adulterio.
Además, se hacen críticas al documento papal “Amoris Laetitia” (alegría del amor), de 2016, en la que Francisco pide una iglesia menos rígida y más lleno de compasión por miembros divorciados y personas en segundos bodas.
El documento también critica al Papa por haber declarado que las intenciones de Martín Lutero “no eran equivocadas” y por haber firmado un comunicado conjunto con luteranos en el que mencionaba los “presentes teológicos” de la Reforma Protestante.
También fue criticado un comunicado que el Papa firmó con un líder musulmán en Abu Dhabi, diciendo que el pluralismo y la diversidad de religiones era un “deseo de Dios”, lo que exasperó a conservadores católicos.
La acusación será juzgada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, un departamento específico del Vaticano constituído por seis cardenales, que evalúan “los delitos contra la fe y los delitos más graves cometidos tanto contra la moral como en la celebración de los sacramentos”.
Fuente Guíame
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