Dios se ha manifestado con poder, milagros y señales frente a los cristianos que viven en Nepal, país asiático de la región del Himalaya, donde actualmente padecen restricciones a la libertad religiosa.
La nueva Constitución aprobada en Nepal en 2015 puso límite a la libertad religiosa. Más tarde, en 2017, el parlamento nepalí aprobó la legislación anticonversión, presentando nuevas dificultades para los cristianos del país.
Sin embargo, el cristianismo está en aumento en Nepal, mientras el gobierno intenta impedir el crecimiento de la Iglesia. El Pastor Biju, misionero de la organización The Timothy Initiative, fue testigo presencial de la dura realidad de que atraviesa el país a través de su nueva legislación.
Mientras el Pastor Biju estaba de misión visitando zonas alejadas de la ciudad, conoció a Tilak, un joven sordo y mudo de 18 años. Primeramente se paralizó y se susto, pero más tarde conoció el poder de Dios y vivió un milagro en su vida.
El pastor sonrió dandole aliento y tranquilidad, luego cerró sus ojos y oró hacia el cielo, clamando a Dios. Tilak no comprendía lo que él estaba haciendo, pero sabía que Dios lo estaba escuchando, según el testimonio que relata su organización.
Después de la oración para que el joven reciba sanidad y liberación, el pastor notó una mirada perpleja y llena de lágrimas. Gracias a Dios él fue sanado. Lágrimas recorrían la cara de Tilak cuando oyó por primera vez. Él corrió a su madre, que sollozó de alegría y alivio. Finalmente su hijo fue sanado y en el nombre de Jesús.
El milagro impactó tan fuerte en toda su familia, que ellos entregaron sus vidas a Jesucristo ese mismo día.
Tilak y su familia ahora estaban ansiosos por conocer más sobre el Dios que dió la audición y liberó su lengua. Desde entonces, comenzaron a participar de la primera iglesia que abrió sus puertas en su pueblo, según testifican.
Este maravilloso milagro transformó la vida de Tilak para siempre. Hasta el momento el era analfabeto, pero logró leer la Biblia de manera milagrosa, sin recibir ninguna enseñanza, poco a poco comenzó a pronunciar cada palabra de las Sagradas Escrituras.
“Tilak, el niño que no sabía leer, ahora estudia la Palabra de Dios. Tilak, el niño que no podía oír, está oyendo enseñanzas y creciendo en su fe. Tilak, el niño que no sabía hablar, ahora proclama la Buena Nueva de Jesucristo entre los que nunca oyeron “, testifican los misioneros que compartieron su experiencia divina.
fuente Guíame
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