El doctor Armando Alducín entregó un excelente mensaje dirigido a todas las mujeres que sirven a Cristo fundamentado en la carta de Pedro.
Comienza su mensaje explicando que Dios primero creo al hombre y más tarde a la mujer. Según la Biblia, la mujer fue tomada del costado del hombre, por eso hoy se la considera una solo cuerpo junto con el hombre.
Tanto el hombre y la mujer están hechos a imagen y semejanza de Dios, son iguales ante los ojos de nuestro Padre celestial, sin existir inferioridad entre uno y otro.
Como cristianos, debemos reconocer que no hay superioridad del hombre por sobre la mujer, pero la palabra nos indica que el hombre es la cabeza de la mujer, como autoridad de la familia para estar en orden frente a Dios.
La felicidad y el bienestar espiritual están directamente vinculados con nuestra obediencia a Dios, cuando ponemos por obra las Sagradas Escrituras.
Existe una característicaque diferencia al hombre de la mujer, y es su fragilidad, la cual no debemos confundir con debilidad. En consecuencia, el esposo tiene el deber de proteger a su mujer como a baso fragil, si malos tratos ni sometimientos. Y el papel de la mujer debe ser junto a su esposo, como complemento, sujetandose a él, como ayuda idónea.
Como matrimonio, deben respetarse mutuamente y seguir cada uno sus funciones como un solo cuerpo, en obediencia a Dios.
La mujer debe guardar su comportamiento, actuando con un caracter amable y apacible, con mansedumbre y paz. Si su esposo no se entrega a Cristo como lo dicen las Escrituras, ella no debe permanecer esclava de él.
El primer paso es que la mujer cumpla con lo Dios dice en su Palabra, y
entonces, o su marido se convierte, o Dios se encargará de quitarlo de su vida.
Actualmente estamos atravesando un cambio drástico en la sociedad, la cual ah alterado el modelo bíblico de marido y mujer. Como cristianos, debemos estar alertas para no confundirnos y olvidar lo que dice Dios en su Palabra.
La mujer debe permanecer alerta cuidando su vestir y caminar diario, no permitiendo ser influenciada por las modas sino guardar el orden que Dios quiere frente al mundo y sus tendencias.
La Palabra como deben actuar las mujeres casadas junto a sus esposos incrédulos: “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas” 1 Pedro 3:1.
Sin embargo, la mujer debe tener mucho cuidado ante la naturaleza pecaminosa que la precede: Es la tendencia a querer dirigir su casa, dar órdenes y mandar al hombre. Pero la Palabra no dice eso, sino que el hombre es la cabeza de la familia, quien imparte la Palabra y ordena a su familia. De otra forma, nunca alcanzará la paz y armonía en su hogar.
La mujer debe estar sujeta primero a Dios, para comprender cómo debe ser sujeta a su marido. Nunca debe ser complice de pecado, si debe ser obligada a cometerlo. Debe conocer los límites de la sujeción.
A continucación compartimos el mensaje completo del Dr. Armando Alducín exhortando a las mujeres cristianas en un mensaje de edificación:
Fuente Familia Cristiana
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